La primera gran prueba del Káiser al mando de la selección se dio a poco tiempo después de haber asumido el cargo de entrenador, ya que en enero de 1995, Argentina participó en la segunda edición de la Copa Confederaciones (aún nombrada «Copa Rey Fahd») en calidad de campeón de la Copa América 1993. El seleccionado albiceleste integró el Grupo B, junto a Japón y Nigeria. Tras la decepción en Estados Unidos, Basile renunció a su cargo, y en su lugar, la AFA designó a Daniel Passarella, capitán del equipo que saliera campeón mundial en 1978. La llegada de Passarella como nuevo director técnico del seleccionado y su mano dura para “limpiar” internas entre jugadores poco aportó en el plano deportivo, aunque sí repercutió en la prensa: Passarella obligó a sus jugadores a usar el pelo corto, y prohibió a quienes no lo acataran la participación en su formación, camisetas futbol spain además de ser igualmente rígido con la homosexualidad o el uso de aritos en las orejas.